Las cosas como son: el 2021 fue uno de los peores años de mi vida.
Y también el 2020 un poquito, que fue un año para mí de perder amistades DE AÑOS, de terminar de conocer a las personas, de sentirme muy sola, de pandemia y de estar encerrada.
Pero llegó el 2021 y me dijo, TE VOY A HACER EL REMIX.
Sí que fue un año de pérdidas, pero de las que son mucho más feas. De personas aún más allegadas a mi corazón, de esas que uno sabe que sólo queda extrañarlas.
También fue el año en el que mi salud física y mental se volvió ✨INEXISTENTE✨, en el que la soledad me golpeó más horrible que nunca, en el que odie con todo mi ser mi trabajo, en el que mi relación tuvo que sobrellevar más obstáculos en la historia de las relaciones, fue el año en que sentí que grité por ayuda más de una vez y nunca nadie me escuchó.
Fue definitivamente el año que muero por dejar atrás y taparlo con mucha tierrita.
Llega el 2022 y según yo, la energía es diferente, el panorama se ve diferente, se ven las nuevas oportunidades, los nuevos inicios y los nuevos ambientes. Y no sé si son las cosas nuevas que sé que llegan para mí, o si soy yo la que es diferente después de haber comido (me disculpan la expresión) tantísima mierda.
No se si es mi propio impulso de querer ordenar todo lo que esta en desorden o si es la energía mágica de nuevos inicios que trae el 2022 porque es un gran año para capricornio, y mi ascendente en Capricornio reza porque eso también me incluya a mí.
O probablemente sean las jodidas ganas de no querer vivir más triste y sola; porque las desgracias pueden seguir llegando, sólo que yo ya estoy harta de vivir en ellas.
Estoy harta de vivir en mentalidad de pandemia. Quiero volver a ser la persona que a todo tenía como respuesta ‘Hágale qué hijueputas’ y vivía el presente sin necesidad de cuestionarse todas las posibles consecuencias que la vida traiga.
Quiero volver a ser la persona que se veía en el espejo y sólo veía valor.
Quiero volver a ser la persona que lo único que sabía de la vida, era cómo gozársela.
Que me mate el covid entonces, pero no la tristeza.
Que me mate el cagarla cada que puedo, pero no el miedo.
Por un año lleno de sueños y metas cumplidas, de reconexión, de estar saludable, de amar bien a mi chikistrikis, a mis amigues y a mis papis, de ser quien soy sin miedo a nada, de dejar la pena bien guardada en un cajón y de hacer todo lo que se me venga en gana, porque este es el año de mi ascendente en Capricornio y yo decidí que también es el año de mi sol en Aries.
Agárrense que volví. Y con toda.
El 2021 fue mi Ocean y ya me alcanzó el 2022 para volver Bichota,
Au revoir,
Cami.
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